No quiero comer…por qué los niños atraviesan etapas en donde la alimentación es complicada.
Queridos papitos, es para mí un placer poder compartir con Ustedes algunas ideas sobre cómo trabajar procesos importantes para el desarrollo psicológico y emocional de sus pequeños, en esta ocasión el tema de ALIMENTACIÓN DE LOS NIÑOS. Por favor recuerde que lo descrito en este documento son recomendaciones sujetas a su análisis.
Recuerde también que no todas las técnicas son aplicables a todos los niños, hay que considerar factores como la edad, el contexto familiar, experiencias previas entre otros que con mucho gusto podemos solventar en una reunión individual en caso de que así lo crea necesario.
Mst. Lorena Cañizares J.
Psicóloga
En el periodo lectivo anterior, ya se envió un artículo sobre el tema de la alimentación, intentando no reproducir la información contenida en ese entonces, con este documento pretendo ampliar un poco más la explicación del por qué en la primera infancia desde una explicación psicológica nos enfrentamos a etapas en las que los pequeños descuidan el tema alimenticio.
Recordemos que los procesos atencionales de un infante no están preparados para que éste se dedique a más de una actividad a la vez, por lo tanto, las etapas en las que más se evidencia el interés por la comida suelen coincidir con el gateo, la caminata, el correr o el inicio del lenguaje.
Pareciera que el niño está tan concentrado en trabajar este nuevo proceso que todo lo demás lo deja de lado y ante la presión e insistencia de los adultos lo único que va a demostrar es enojo pues a su edad no puede comprender que el dejar de alimentarse en la cantidad y frecuencia con que lo hacía es indispensable para su proceso de crecimiento, desarrollo y salud.
Por otro lado, recordemos también que la vida emocional de todo ser humano está íntimamente ligada a la alimentación. Aunque no parezca estas dos áreas son mejores amigas, ahí la razón por la que cuando una persona está ansiosa, preocupada, o lo contrario, muy feliz o emocionada, altera los patrones alimenticios, hay personas que dejan de comer y otras que sienten la necesidad de hacerlo en exceso.
Así también es necesario contar que cada año de edad es coincidente con un peldaño más en la vida psicológica del niño, constituye una etapa de transición importante lo que hace que también pueda ser un factor para que deje de comer, crecer no es fácil, demostrar las características que son parte de la etapa no es sencillo porque lamentablemente a pesar de que la gran mayoría de las veces estas están dentro de los parámetros de reacción y respuesta normales, ante los ojos de las personas se
traducen en “malas conductas” o “conductas inaceptables”. Para explicar un poco mejor este párrafo, gráfico algunas de las características positivas y complejas que aparecen como parte normal del desarrollo psicológico por cada año de edad en la primera infancia:
Hoy en día los problemas alimenticios ya no discriminan ni género ni edad por lo que los adultos debemos estar muy atentos y sin presionar, debemos buscar una solución a la falta de interés del niño a este importante paso de la rutina diaria.
Para terminar, me parece muy importante recordar los tips descritos en el artículo anterior a manera de resumen:
- Propicie los espacios y utensilios necesarios para que comience el entrenamiento de la alimentación independiente.
- Disponga en casa un espacio específico para la alimentación del pequeño.
- Recuerde que el estómago del niño es pequeño, no pretenda que coma las cantidades que un adulto necesita para sentirse satisfecho.
- No se alarme si un día el niño no desea comer, esto suele suceder.
- Varíe los alimentos lo más que pueda con el fin de estimular a su hijo a probar nuevos sabores.
- No acostumbre al niño a comer jugando, con aparatos tecnológicos al frente o persiguiéndolo por la casa.
- Jamás discuta con el niño en las horas de comida, este espacio debe ser uno de los más agradables del día.
- Si es necesario tenga en casa utensilios llamativos para su niño, decore el alimento, haga que él se sienta motivado con el material que utiliza y se va a servir.
- Si para usted la alimentación de su pequeño es un tema preocupante, evite ser Usted quien le dé el alimento, delegue esta responsabilidad a una persona que no muestre ansiedad frente al niño.
- Es normal y común que los niños rechacen la idea de probar nuevos alimentos y lamentablemente los adultos a veces queremos forzarlos a que lo hagan, evite esto.
- Si su hijo tiene más de dos años (se indica la edad solo por el tema de seguridad), Usted ya puede involucrarlo en actividades de la cocina como preparar masa para galletas, pelar frutas sencillas, trozar lechuga, servir en el plato alimentos más grandes como papas, etc.
- Asegúrese de que su hijo tiene horarios de alimentación establecidos.
- Evite hacer quedar mal al niño frente a otras personas por no haber comido.
- Siempre es bueno asesorarse con un profesional, no descarte la posibilidad de consultar a un psicólogo, nutricionista o al pediatra de su hijo pues las causas de la falta de apetito pueden ser muchas.
El momento de la alimentación puede ser
el momento más agradable del día
para el niño y sus padres, todo depende
de nuestra actitud frente a esta actividad