A diferencia de los adultos, los niños pequeños necesitan tener rutinas estables, fijas y con la menor cantidad de variaciones posible. Esto les proporciona estabilidad no solo emocional sino también conductual.
Por esta razón, es indispensable que ante situaciones de cambio que conocemos se darán; se lleve a cabo un proceso de preparación con elementos sencillos pero claves para evitar que nuestros pequeños “sufran los cambios de manera desregulada”.
En el caso de los niños que asisten al centro; la época de vacaciones (culminación del periodo lectivo regular) para la mayoría no representa mayores cambios pues los horarios de trabajo de papás hacen que la asistencia siga siendo regular, sin embargo, aunque la asistencia sea permanente, es necesario abordar desde la preparación porque las rutinas y actividades si varían.
Las consecuencias de no anticipar los cambios pueden ser conflictivas y preocupantes pues entre las características podría estar: la desadaptación al centro, llanto al momento de quedarse, mostrarse sensible en casa y escuela, mostrarse irritable y presentar conductas poco comunes en su repertorio comportamental (ejemplo, morder, pegar a sus amiguitos, aislamiento, etc).
Por otro lado, es muy importante que además de preparar para el cambio de rutina, también lo preparemos para el retorno a la misma cuando el periodo de vacaciones termine.
Para evitar estas situaciones se propone seguir estos sencillos pasos:
En caso de ausentarse del centro por periodo de vacaciones
- Anticipe el periodo en el que su pequeño dejará de asistir al centro
- Por lo menos con dos semanas de antelación comente con el niño el cambio que habrá, explíquele que dejará de asistir al centro y dejará de ver a su maestra y amigos.
- Ponga énfasis en que las vacaciones duran solo unos días y luego todos regresamos CONTENTOS al trabajo y escuelita.
- A partir de los 2 años ya podemos usar un calendario de referencia como se explica en el ejemplo adjunto (Usted puede incorporar el número de días que necesite)
- Evite verbalizaciones negativas frente al niño como por ejemplo…que pena se terminaron las vacaciones, …que pena ya tiene que regresar a la escuela…etc.
- Verbalice ideas positivas y con mucha emoción por ejemplo… que felicidad le vamos a ver otra vez a la tía y a los amigos, …que hermoso te esperan en la escuela, que suerte tienes de poder ir a jugar otra vez…etc.
- Mientras más grande es su hijo/a más explicación y refuerzo necesita
- Provoque emoción en temas relacionados a la compra de uniforme, mochila o implementos para el retorno a clase
- Si su pequeño no sale de vacaciones y permanece en el centro, hágale saber que es probable que conozca otros amiguitos (niños que se suman a la colonia vacacional), así también debe indicarle que hay niños/as que se ausentarán unos días y no los veremos.
- De ser el caso anterior y su hijo/a tiene amistad con algún niño que se ausentó por vacaciones, puede utilizar una técnica simple pero significativa denominada la cajita de regalos, consiste en buscar una cajita en la que cada día su hijo/a deja un papelito, un dibujo, un pequeño recuerdo para entregarle a su amigo a su retorno, esto además de ser emocionante, distrae la atención y hace que la espera del reencuentro sea menos fuerte.
Tía Lore
Máster en Psicología