Llegó Navidad…debo dar muchos regalos a mi hijo?

Queridos papitos, es para mí un placer poder compartir con Ustedes algunas ideas sobre cómo trabajar procesos importantes para el desarrollo psicológico y emocional de sus pequeños, en esta ocasión el tema de LOS REGALOS EN NAVIDAD. Por favor recuerde que lo descrito en este documento son recomendaciones sujetas a su análisis.

Recuerde también que no todas las técnicas son aplicables a todos los niños, hay que considerar factores como la edad, el contexto familiar, experiencias previas entre otros que con mucho gusto podemos solventar en una reunión individual en caso de que así lo crea necesario.

Mst. Lorena Cañizares J.
Psicóloga

Navidad es una época intensa que no solo se vive los días propios sino las familias comienzan el movimiento comercial y social con varias semanas de antelación y una de las preocupaciones es ¿Qué regalaremos a nuestros hijos…?. Cuando los niños han llegado a la segunda infancia (6-12 años) resulta más fácil conocer sus gustos, afinidades, muñecos de moda, etc.; pero, cuando los niños están en la primera infancia (0 meses a 5 años), la mayoría de los regalos que reciben son del gusto de los padres y familiares que quieren consentir al niño y por qué no decirlo, se dan el gusto de comprar obsequios que son del agrado de ellos.
En este documento me permito poner a su consideración algunas ideas que pueden servir para que las tomen en cuenta al momento de decidir qué regalar a su hijo en navidad:

1. Los niños menores de 3 años carecen de un proceso cognitivo que les permite asumir responsabilidades importantes de cuidado y manejo adecuado de los objetos, pasada esta edad y conforme se van acercando a los 5 años este proceso alcanza mayores avances.

2. El aprendizaje en la primera infancia se apoya y se refleja en el descubrimiento, curiosidad, exploración; por lo tanto, no es raro ver que el niño desarma sus juguetes pues es una conducta lógica que le permite lograr el objetivo planteado en este párrafo. Regalar juguetes muy sofisticados puede ser muy poco favorecedor para el niño en este aspecto.

3. En muchos casos resulta injustificado el que los padres y familiares realicen fuertes gastos en la compra de juguetes, pensemos que por la misma dinámica cognitiva y psicológica del niño menor de 5 años, a él le resulta igual que su
juguete haya costado mucho o poco dinero, lo que le impacta es su forma, función y las facilidades de juego que le da.

4. Como un dato psicológico, puedo mencionar que los niños menores de 5 años pierden el efecto de la novedad ante elementos nuevos (en este caso juguetes) a las 48 horas, es decir, cuando un niño recibe un regalo se emociona, juega, muchas veces cumplen rutinas con el juguete pero por dinámica psicológica a los dos días de haberlo recibido comienza a perder efecto la emoción por la novedad y lo que suele suceder es que el objeto suma a la larga fila de juguetes colgados en un estante.

5. Otro dato importante que puedo citar es que cuando el niño tiene acceso a muchos estímulos a la vez (en este caso muchos juguetes), no contribuimos a sus procesos atencionales. Para que el proceso mental de la atención y la concentración funcionen adecuadamente, el niño debe tener pocos elementos y de ser posible con características parecidas, esto generará interés y el interés deriva en la atención y ésta en la concentración, proceso indispensable que el niño debe aprender a manejar desde la primera infancia como un ejercicio previo al desarrollo pedagógico que le espera.

6. Una buena estrategia que se sugiere trabajar desde la psicología consiste en que aquellos juguetes que han sido “olvidados” por el niño pueden ser guardados por un lapso no menor a 2 meses, luego de ese tiempo los padres pueden sacarlos y mostrar al pequeño, esa ausencia generará que el reencuentro despierte nuevamente la novedad y las emociones positivas que se generaron cuando le regalaron ese objeto, es una buena estrategia para evitar comprar en exceso, mantener la atención del niño y vincular los juguetes a momentos y emociones positivas.

7. Para los padres es una ilusión el poder regalar a su hijo todo lo que sea posible pero al ser este un gesto que moviliza emociones positivas, se sugiere trabajarlo en doble vía, más en esta época tan linda en donde las expresiones de afecto se demuestran de forma constante, entonces, hacer que su pequeño ayude a identificar juguetes que no usa y envolverlos como regalos para entregar a otros niños, permitirá que el niño comience a experimentar emociones agradables frente al acto de regalar así como también generará un proceso de reflexión.

8. Finalmente, pensemos que no solo es el acto de dar o recibir, los mejores regalos y que los recordamos a lo largo de nuestra vida son aquellos que estuvieron vinculados a expresiones de afecto, fueron dados por personas muy especiales y estuvieron mezclados con momentos de sorpresa.

En la primera infancia el peso más grande tiene
el contexto y la dinámica que generamos al momento de
dar el presente…de eso no nos olvidamos jamás.

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